29 enero 2008

CAMBIO DE HÁBITO

Lo primero que hay que hacer es aceptar que tu vida es un desastre. Como es obvio, esto no es nada fácil. Hay que ser hombre y mirarse tal como uno es. Pero, ¿cómo soy?

Ya no soy el niño atlético que corría Steeplechases y 800 metros más rápido que cualquiera, no: Ahora soy un guatón que jadea al subir a mi departamento en el tercer piso. Tampoco soy el adolescente que tomaba y fumaba y al día siguiente podía ir a la universidad, estudiar, jugar fútbol, salir y volver a tomar y fumar en la noche. No: Ahora quedo averiado al día siguiente y suspendo cualquier cosa con tal de recuperarme lo más rápido posible. Antes me preocupaba de no perder ocasión de juerga; hoy me preocupan las horas de sueño. Antes dejaba todo tirado y mi nana se encargaba de borrar cualquier evidencia de mi desorden; hoy la evidencia perdura y me reclama gritando hasta que yo mismo me hago cargo.

Todo mal. Esto tiene que cambiar.

Hoy en la mañana mi señora me quedó mirando raro cuando le pedí que me sacara una foto en calzoncillos. Admito que es extraño que te pidan eso justo antes de salir a la oficina, pero tiene una lógica impecable: Hoy me desperté en la mañana con ganas de cambiar todo lo que odio de mi vida, y no quiero que se me olvide qué es exactamente lo que odio. Después de la sesión fotográfica (una de frente, otra de perfil) saqué un bolso y lo llené de ropa deportiva porque hoy pienso ir al gimnasio. Así es: Las cosas van a cambiar.

Es más, creo que voy a hacer una lista:

1. Voy a dejar de fumar. Llevo dos semanas sin probar cigarro y creo que esta vez (aproximadamente la vigésimo séptima vez que lo intento) va a resultar: La Negrita lo está dejando conmigo y eso es una gran ayuda.

2. Voy a ir al gimnasio. Hoy, a la hora de almuerzo, voy a empezar a darle sentido a la plata que invierto trimestralmente en el club de golf: Voy a empezar a usar el gimnasio regularmente.

3. Voy a comprar algo para pesarme. La Negra también me miró con sospecha cuando le dije hoy que iba a hacer esto, pero creo que el soporte tecnológico es necesario si pienso tomarme esto en serio.

4. Voy a ordenar las cajas que tengo en la “pieza del desorden” desde el día que me casé. ¡Qué vergüenza! Llevan ahí ¡seis meses! Este ítem incluye ordenar mi PC (tengo, por ejemplo, 71 íconos en el escritorio), ordenar los 414 mails no leídos (número actualizado al momento en que escribo esto), arreglar el auto que lleva un año y medio sin chapa, hacerme el examen médico que me ordenaron hace dos meses (al hígado), etc.

5. Este hombre nuevo será simbolizado con un signo de cambio: Me voy a dejar barba.

Son sólo cinco pasos. Espero cumplir. Ya les contaré. Si todo sale bien, en unos meses volveré a sacarme dos fotos para ver el antes y el después de esta verdadera terapia de shock.

1 comentario:

Unknown dijo...

Mi apuesta:
1º Dejarás de fumar hasta marzo, cuando parta de nuevo el trabajo full y tengas que echarte algo a la boca para calmarte.
2º El primer mes irás bien. El segundo te dolerá cada vez más ir. El tercero dejarás de ir algunos días y ya en mayo habrán semanas que no irás. En junio ya estarás perdiendo la plata que metiste.
3º La comprarás, la usarás e, inexorablemente, te acusará, ante lo cual dirás que la porquería se hecho a perder.
4º Si la negra no te amenaza de muerte, todavía estarán hasta marzo ahí.
5º Es lo único en que pondría la plata en tu lado.... jajaja

Animo compadre, tengo confianza en ti y que lo lograrás.